miércoles, 13 de enero de 2010
Cadenas
La maldita crisis se ha extendido ya a todos los ámbitos. Como las humedades con tanta lluvia que no paran de salir a la superficie, así está sucediendo con la apatía y la desgana. No son tiempos para reivindicaciones y protestas. Tampoco para revoluciones. Al menos esa parece que es la conclusión de los movimientos sociales que afrontan la Presidencia Española de la Unión Europea con actitudes que hasta ahora les correspondía a los conservadores. Ante el gran fracaso que ha supuesto la Cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhague, entienden que los gobiernos tienen que cambiar su estrategia y cambiar el modelo económico pero también que conseguir reducir las emisiones contaminantes en época de crisis es más difícil. Piden que Europa lidere su lucha y que defienda la reducción de gases contaminantes en un 40 por ciento. Sin embargo saben que la gente no está para grandes desplazamientos y movilizaciones. Por eso el principal acto de protesta en Sevilla será el viernes. Una cadena humana rodeará el Palacio de Congresos donde estarán las delegaciones de los 27 países miembros de la UE. Será un acto pacífico, dicen. En definitiva una cumbre sin contracumbre. ¿Dónde se ha visto eso?
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