En esta época en la que estamos inmersos la mayoría podría decir que sus inquietudes han ido cambiando desde principios de año hasta ahora. Y me atrevería a vaticinar que seguirán haciéndolo en las próximas semanas. Pues sí, efectivamente, hablo de economía, sí. Lo que comenzó siendo una crisis financiera que muchos veíamos de lejos ha evolucionado, de momento, en una crisis de Estados y poco a poco se dirige hacia nosotros. Creo que no parará hasta que se pose sobre nuestras cabezas y nos haga reflexionar y, por supuesto, cambiar. Porque sin cambio no habrá superación y progreso. Todos sabemos que la Historia tiene muchos ejemplos de esos.
Si hace ya dos años veíamos la estafa de Madoff como una jugada en la que nosotros no teníamos ficha, ahora la partida ha cambiado y esta vez seguimos sin ficha. Y es que a estas alturas ya no se juega al mismo juego. Nos toca recibir de frente el boomerang que otros lanzaron lo más lejos posible. El retorno promete. Lo que no está nada claro es la trayectoria.
